Como expresé en el artículo anterior "Administraciones Públicas: Cierre de ejercicio 2013", analizaría el cierre de ejercicio de las cuentas de nuestras Administraciones Públicas bajo dos ángulos. Aquí, en este artículo, hablaremos de nuestras cuentas públicas como si se tratase del análisis de las cuentas de una empresa privada o sociedad mercantil, con sus ingresos y sus gastos corrientes, su inversión, los resultados económicos que produce y lo que éstos representan sobre los agregados normalmente utilizados para indicarnos la calidad de los mismos.
¿Por qué no pensar que el Estado es una gran empresa que provee a los ciudadanos de una serie de servicios y que estos pagan a través de los impuestos?
Evolución de la cuentas de España S.A. de 1995 a 2013
Para entender el supuesto de análisis, debéis tener en cuenta que algunos de los agregados que se expresan no coinciden directamente con los que veíamos en la Contabilidad Nacional (aquí), pero de esa información se extrajeron.
Para situarnos en contexto, expresar que el PIB de 1995 a 2013 creció a una tasa compuesta de crecimiento anual (%CAGR) del 4,58%. Pasamos de los 456.495 millones de euros de 1995 al 1.022.988 millones de 2013 y para ello se destinaron 692.982 millones de euros para inversiones.
Total Ingresos: El valor de los impuestos, cotizaciones sociales y otros ingresos (recursos de la producción) ascendió en 1995 a 151.891 millones de euros, alcanzando en 2013 la cantidad de 363.667millones. La tasa compuesta de crecimiento anual (%CAGR) para ese período fue del 4,97%. El mayor volumen de ingresos se obtuvo en el ejercicio de 2007, donde ascendió a 408.940 millones de euros. En los dos últimos años, 2012 y 2013, se empezaron a obtener las primeras tasas positivas de crecimiento respecto al año anterior, con RH del 0,8% y 0,4% respectivamente, y todo gracias a fuertes subidas de precios en los últimos años en los servicios prestados (impuestos).
Total Gastos: El valor de las prestaciones sociales, gastos de personal, consumos (equivalente a otros gastos de gestión) y las transferencias y subvenciones netas hacia otras administraciones públicas o empresas como gasto productivo ascendió en 1995 a 145.456 millones de euros, alcanzando en 2013 la cantidad de 389.475 millones. La tasa compuesta de crecimiento anual (%CAGR) para ese período fue del 5,62%, como vemos superior a la de los Ingresos del 4,97%. El mayor volumen de gasto se realizó en el ejercicio de 2010, donde ascendió a 401.314 millones de euros. Gastar un 107% de los ingresos que obtienes en prestar servicios en los dos últimos ejercicios, no dice nada bueno de los gestores de esta empresa. Hay una nefasta política de gestión del gasto.
Ebitda: España S.A. obtuvo ebitda positivo de 1995 a 2008, con un % margen promedio del 12,9%. A partir de 2009, el ebitda se volvió negativo, pasando de los 47.549 millones de ese ejercicio a los 25.808 millones de 2013. En el 2013 el ebitda negativo volvió a subir respecto al de 2012, pasó de los 25.309 millones a los 25.808 millones (RH 1,97%). Mal podemos decir que va una empresa cuando sólo genera ebitda negativo, ya que además de necesitar nueva deuda para financiar ese ebitda necesita financiar el pago de intereses y las inversiones que se realizan.
Beneficio Ordinario: Sólo fue positivo en los ejercicios de 1997 a 2008, siendo el resto de años negativo. En 2013, el beneficio ordinario, las pérdidas ordinarias ascendieron a 49.927 millones de euros, superiores al ejercicio precedente. Esto vino motivado especialmente por el aumento de los gastos financieros netos que pasaron de los 20.935 millones de euros de 2012 a los 24.119 millones de 2013.
Saldo Presupuestario: Este saldo nace de descontar a los beneficios ordinarios el importe destinado a las inversiones netas de cada ejercicio. La sumatoria de saldos presupuestarios de 1995 a 2013 fue deficitaria en 609.972 millones de euros, lo que pone a la luz la impericia de nuestros administradores. Sólo tuvimos 3 ejercicios con superávit, de 2005 a 2007, ascendiendo su agregado a 55.610 millones de euros.
La evolución de la inversión en tasa compuesta de crecimiento anual de 1995 a 2013 fue del -0,28%, siendo la única partida presupuestaria con crecimiento negativo. En 2013, España S.A. destinó 22.312 millones de euros a inversión, incluidos los 4.661 millones de Ayudas a las Instituciones Financieras - el 6,1% de sus ingresos-, cuando históricamente destinó valores % de dos dígitos. Las Ayudas a las Entidades Financieras se realizaron entre los ejercicios de 2010 a 2013 y alcanzaron un monto conjunto de 49.258 millones de euros.
¿Qué diríamos de los gestores de una empresa que desde 1995 a 2013 destinó 692.982 millones de euros a inversión para obtener un crecimiento de su producción de 566.493 millones? ¿Realmente fue productivo tamaño nivel de inversión? ¿Y si además fue necesario aumentar la deuda en más de 665.000 millones?
Los mejores datos de ebitda la compañía los obtuvo en los ejercicios de 2005 a 2007, siendo la ratio Deuda/Ebitda de 6,6x, 5,3x y 4,9x respectivamente, ratios digamos aceptables. Para esos mismos años se necesitaban 33,7 años, 16,8 años y 18,4 años respectivamente para amortizar la Deuda PDE emitida. Actualmente, mientras no tengamos ebitda positivo y saldo presupuestario positivo no podemos decir que hay un plan razonable de viabilidad de España S.A. Si la empresa obtuviera de nuevo los resultados de 2007, para los valores de Deuda PDE actuales de 2013 (960.676 millones de euros), necesitaría 46,3 años para su amortización y la ratio Deuda/Ebitda sería de 12,3x. Pensad que la Deuda PDE es 2,6x los ingresos anuales de la Compañía. Inviable a todas luces. Nunca llegará a pagarse.
España S.A. necesita para despejar su futuro obtener primero ebitda positivo, con el que poder financiar el pago de intereses y los niveles de inversión requeridos. Esto supone unos niveles de mejora de resultados de más de 70.000 millones de euros, supone una mejora del 20% sobre los ingresos actuales de 2013.
¿Piensan que es cuestión de seguir aumentando los Ingresos a costa de subir el precio de sus servicios (los impuestos de sus contribuyentes)? ¿O más bien de trabajar en mejorar los gastos de funcionamiento del sistema?
Lo que sí es seguro es que la empresa con estas cuentas es inviable y si no entra en concurso de acreedores es porque hay aún ciertos acreedores que la siguen financiando. Que la sigan financiando, también plantea una interrogante ¿hasta cuándo? ¿a qué coste? ¿qué ocurrirá en cualquier nueva crisis de deuda?
Mi recomendación final como analista, sería NO INVERTIR EN ESTA SOCIEDAD: La dirección de la compañía no es adecuada y las decisiones que toman no atajan su mal.
Para los que están en ella invertidos, mi recomendación es que convoquen lo antes posible una Junta General de accionistas y nombren un nuevo Consejo de Administración que sepa encauzar la situación de la compañía.
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