Posiblemente este sábado sea uno de los días de Otoño que parecen de verano.
El Otoño nos juega malas pasadas, días espectaculares frente a días revueltos.
Después de una semana ajetreada, el fin de semana anterior de turismo en Dinamarca y la vuelta al trabajo el miércoles con todos los compañeros solicitando información del cierre de una operación,… necesitaba un descanso, necesitaba volver a la base, volver a la casa, volver a “Almuñécar antiestrés”.
En Almuñécar, en temporada baja, el tiempo transcurre de forma distinta a la capital. Tengo la suerte de vivir casi en el campo, y cerca de la playa. Por la mañana, sin despertador, son los mirlos quienes te despiertan, y cuando paseas escuchas el batir de las olas del mar aunque haya poca marea.
Las playas se encontraban casi vacías, limpias, pero sin embargo era un día de verano con 21ºC. La gente paseaba, especialmente los turistas de la tercera edad que nos visitan en temporada baja. Ya finalizaron las obras de Velilla y San Cristóbal que tuvieron sus paseos casi bloqueados 3 años, y ahora se aprecia el valor de sus nuevas estructuras tanto de jardines como de paseo… me relajan un montón.
Éste era el aspecto de la Playa Puerta del Mar a las 10:30.


Y éste el de Playa Velilla:


Entre las palmeras, en la orilla del mar, las gaviotas se entretienen viendo a ver qué pillan
Al final de mi paseo de ida, la Playa del Pozuelo:

Para finalizar la mañana, olvidarme del ajetreo del trabajo y continuar mi cura antiestrés, me puse a cocinar. Hacía que no cocinaba Pollo en Salsa desde que estudiaba en Málaga. Bueno, no olvidé la recete de mi madre:
- Sofrito de cebolla, ajo, clavo, ñora, tomate, pastillita de avecrem, aceite de oliva
- Añadir el pollo y freir
- Añadir cerveza o vino, más champiñones, y a freir lentamente de nuevo hasta que se consuma.
Al final, éste fue el resultado:

Ale, así se hace el Pollo en salsa de la abuela.
Hasta pronto.
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