Cuando un líder no admite la crítica y se cree poseedor de la verdad absoluta, las ideas no fluyen, el talento se esconde y la nueva sabia "ni habla". La Organización tiende a morir.
Los malos gestores siempre se rodean de incompetentes, de colaboradores de menor nivel y muchas veces "amigos". Es la única forma que tienen de ser líderes, líderes exclusivamente de "su grupo".
Igualmente, cuando los dirigentes carecen de "nivel" y tienen un poder absoluto, nombran a colaboradores de inferior capacidad, para que "no rechisten" y no ensombrezcan su liderazgo.
Cuando los gestores se rodean de gente con talento, críticas, y hay libertad de comunicación, surge la competencia entre colaboradores, fluyen nuevas ideas, aparecen oportunidades de negocio y surgen los futuros líderes. Entonces, la Organización tiende a perpetuarse.
Cuando los gestores se rodean de gente con talento, críticas, y hay libertad de comunicación, surge la competencia entre colaboradores, fluyen nuevas ideas, aparecen oportunidades de negocio y surgen los futuros líderes. Entonces, la Organización tiende a perpetuarse.
Francisco Fernández Reguero
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