En estas fechas la compra de regalos para la familia se acumulan, no sólo por los típicos navideños sino porque además tenemos un cumpleaños y un santo en casa. Si a esto le añades los regalos de sobrinos, madres, padres, tíos, etc...
El otro día me ocurrió una cosa curiosa. Estaba viendo un reportaje de animales sobre las 15:00 y me puse a... Z Z Zzzzz
Estaba en un gran almacén comprando regalos. Conforme visitábamos distintos stands y plantas del edificio me iban marcando las prendas y artículos que más le gustaban, a mi mujer y mi hijo. Una planta, otra planta, yo estaba ya perdido. Yo era incapaz de volver luego por mi pie y localizar los artículos que me habían confiado en secreto. Me empezó a entrar ansiedad por la pérdida de memoria de aquellos artículos que esperaban que comprase.
Bueno, el caso es que ya iba preparado. Me había bajado a mi teléfono móvil una aplicación de este gran almacén donde iba almacenando los códigos de barras de las prendas y artículos seleccionados. Luego me dirigí a un punto de descarga e indiqué que recogería la compra a la salida, junto al parking.
Hasta aquí parecía que todo iba perfecto, hasta que el fuerte ruido del frenazo de un coche en la calle a las 15:15 me hizo... z z ah ah ah
De nuevo me volvió la ansiedad y volví a la realidad... estoy perdido y tengo comprar los regalos que mi familia espera.
¿A qué esperan nuestros operadores para lanzar aplicaciones que faciliten el acto de la compra?
El otro día me ocurrió una cosa curiosa. Estaba viendo un reportaje de animales sobre las 15:00 y me puse a... Z Z Zzzzz
Estaba en un gran almacén comprando regalos. Conforme visitábamos distintos stands y plantas del edificio me iban marcando las prendas y artículos que más le gustaban, a mi mujer y mi hijo. Una planta, otra planta, yo estaba ya perdido. Yo era incapaz de volver luego por mi pie y localizar los artículos que me habían confiado en secreto. Me empezó a entrar ansiedad por la pérdida de memoria de aquellos artículos que esperaban que comprase.
Bueno, el caso es que ya iba preparado. Me había bajado a mi teléfono móvil una aplicación de este gran almacén donde iba almacenando los códigos de barras de las prendas y artículos seleccionados. Luego me dirigí a un punto de descarga e indiqué que recogería la compra a la salida, junto al parking.
Hasta aquí parecía que todo iba perfecto, hasta que el fuerte ruido del frenazo de un coche en la calle a las 15:15 me hizo... z z ah ah ah
De nuevo me volvió la ansiedad y volví a la realidad... estoy perdido y tengo comprar los regalos que mi familia espera.
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Francisco Fernández Reguero.
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